Quién pudiera inventar un jardín
de no me olvides
azucenas
lirios y zarzas
ensartados en el collar de mil luceros
que inundaron los aromas del huerto.
Quién pudiera decir adiós
y olvidarte bajo la luna que se oculta
entre las nubes del tiempo
cuando vuelan las mariposas junto a la flor
y se nutren los campos
de frondosos sueños.
Quién pudiera teñir de verde
la luz del sol
ilusión azul
gris desconsuelo
brisa del mar que se aleja con la tarde
y se posa en el espejo de agua
que devora la sed de tu recuerdo.
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