A VECES EL TIEMPO PASA



Averno fatigado de las horas
te vas
sin dejar huella
porque a veces
el tiempo pasa
y muero un poco cada día
cuando el mar
enmudece con las olas
que se alzan al vuelo
como un triste volar de las gaviotas.

La ciudad a lo lejos
ilumina los rincones
que transpiran con el brillo
de las alcantarillas
su tenue luz nocturna
porque ellas
no conocen del tedio
que se desgarra
en el concreto acerado de la noche
en el vértigo de las tinieblas
en las sombras que se ocultan con el día
en el designio imperfecto de mi alma.

Tras el cansancio
la aurora desfallece
con el dorado fulgor
que a la deriva
agita mis pensamientos
porque a veces
el tiempo pasa
y te busco
en el borde del espejo
junto al bisel del cristal
que besa con hielo
el fuego de mi boca.

¡Ah! de mis palabras
conjuro al tiempo
que se cuela entre mis dedos
con sonido austero
estrujando el paisaje
calamitoso de mis sueños
porque a veces
el tiempo pasa
y yo te espero
como siempre
en este mórbido lecho.

 

2 comentarios:

  1. ¡Qué decirte! Tus poemas no dejan de sorprenderme por su alta calidad en tanto construcción, por esa fuerte carga emocional que manejás de maravillas, impactando, aunque no se quiere, directamente al corazón del lector. Gracias, talento de poeta!

    ResponderEliminar

ESPACIO INERTE

Golpean las olas del mar el acantilado de mis recuerdos, azul paisaje de húmeda franja que a lo lejos, en el horizonte, se ...