Nocturno cielo que hoy descubro
arena de un desierto que escala la eternidad
encrucijada de bosques inhabitables
de cúmulos y galaxias
soles que se dispersan
en las profundidades de un mar impenetrable
fugaz meteoro como el azul del viento
destino vacilante
perplejo
irresoluto enigma.
Historias que acontecen sin un nombre
por que nadie las nombra
y todo ocurre donde la luz converge
en la espesura del tiempo
en el árido espacio
ausente de nidos de pájaros en la montaña
entelequias que se mueven con la fuerza de un tornado
retrato austero de soledad
vacío intangible de las cosas cotidianas
de los espejos que reflejan el silencio de la simetría
el rumor de las cuerdas
alas de un ave que vuela vigilante
trémula
discreta
como una brizna de polvo
que revolotea sobre mi mano
hasta que una ráfaga sutil del pensamiento
el vuelo cósmico la ahuyenta.
Todos alguna vez descubrimos ese cielo.
ResponderEliminarHermoso poema!
Un abrazo.
Gracias por tu comentario Marlene, es una fortuna descubrir ese cielo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Un paseo por el insondable cielo que en estos versos sabe a mágico. Felicitaciones. Besos, feliz fin de semana.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Myriam. Feliz fin de semana. Un beso
ResponderEliminar