SONETO
Será cuando llegue la primavera
de mi cuerpo fugaz este deshielo
sueño que aligera del canto el vuelo
luz del alba que un día yo perdiera.
Romperá la noche de añil certera
el nevado rostro que como un velo
de blancas aves perfumando el cielo
hallarán la estrella que nunca muera.
Yerto cristal del mármol me contempla
sol de roca que el fuego descongela
agua de mar que gélida se templa.
Como una ráfaga ingrata que me hiela
las sombras ríen al son de una copla
la dicha del amor que mi alma anhela.
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